@ GENERALIDADES



LA PLANTA

Generalmente todas las orquídeas tienen un aspecto herbáceo, aunque existen en una gran variedad de formas, dependiendo del clima y hábitos característicos de su medio natural.
El crecimiento de la planta se presenta de dos formas:
Monopodial: se da cuando el crecimiento es por la yema apical, siempre aumentando la altura.
Simpodial: Se presenta por el rizoma que al avanzar va originando nuevos brotes de la planta.
El medio de vida de las orquídeas es muy variado, es común encontrarlas en las ramas de los árboles, epifitas; en las rocas, rupícolas; o en el suelo, hojarasca o arena, aún en terrenos pantanosos; terrestres.
Se pueden señalar las siguientes como las principales y más importantes características de una orquídea:
Fanerógamas: Plantas con flores.
Angiospermas: Óvulos encarnados en el ovario.
Monocotiledóneas: tallos con haces fibro-vasculares esparcidos.

La gran mayoría son epifitas. Muchas tienen seudobulbos, cormos o nudos tuberoides.

LA FLOR

Se conforma por tres sépalos y tres pétalos, uno de estos modificado denominado labelo. Estambres y pistilos unidos formando la columna. Polen aglutinado (polinios). Estigmas fusionados. Parte de un estigma modificado para formar el rostelo. Semillas diminutas y numerosas. Flores con frecuencia resupinadas (el labelo en posición inferior respecto de la columna

Las orquídeas tienen un diagrama floral idéntico, a pesar de la gran variedad que existe en la familia. Los colores de las flores de las orquídeas se deben a la presencia de diferentes pigmentos, lo que esta determinado genéticamente por medio de pares de genes que interactúan como complejos enzimáticos. Las tonalidades de los colores dependen en relación directa de la proporción en que se mezclan los pigmentos. Las flores no solamente son la parte más vistosa de las orquídeas; ellas están encargadas de asegurar la producción de semillas y la conservación y multiplicación genética de las especies.

CLASIFICACIÓN TAXONÓMICA

Para clasificar las plantas se utilizan diferentes categorías taxonómicas las cuales se colocan en un orden definido. Se usan terminaciones especificadas para cada una de dichas categorías.

MÉTODOS DE REPRODUCCIÓN

Por División: Separando una planta adulta y sembrando cada sección por separado. En el caso de orquídeas con seudobulbos es aconsejable dejar por lo menos tres (3) en la planta de origen.
Por Semillas: Por dispersión natural en su ambiente de origen o inducida por el hombre en el laboratorio usando medios artificiales.
Por Esquejes: Algunas plantas adultas producen pequeñas plantas en los nudos de las varas florales o en los seudobulbos. Una vez presentan raíces pueden separarse y sembrarse independientemente.
Por Meristemos: Se logra sembrando en el laboratorio parte de una sección de un retoño o renuevo. Esta sección esta compuesta por células no diferenciadas y mediante procedimientos específicos, las masas de células se pueden reproducir indefinidamente y se tiene un número considerable de ellas. Se cambia el medio de cultivo para obtener pequeñas plantas con características idénticas a las de la planta original.

CULTIVO

Se pueden sembrar las orquídeas directamente sobre los árboles, es aquí donde mejor prosperan debido a la similitud de su micro ambiente de origen. Para el cultivador interesado en exponer sus plantas este método presenta la imposibilidad del transporte y que las flores se arruinen rápidamente por la lluvia y el viento. Aferradas a palos cortados de algunos árboles como el Totumo o Cafeto. Se facilita su transporte y ubicación en el área del cultivo, pero requieren de riego constante por la fácil evaporación del agua. Cada vez es más frecuente la práctica de sembrar en materos de plástico o barro cocido. Se requiere la utilización de un medio de siembra inerte, compuesto de trozos de corteza de pino patula, carbón vegetal y para asegurar un buen drenaje y algo de peso, pedruscos de roca de cantera o piedra volcánica. Este sistema es el más usado por la facilidad con que se pueden transportar las plantas, genera una buena presentación estética en las exposiciones y los materos son reutilizables. Se requiere de un dedicado control de la humedad que se suministre, así como un programa de abonamiento siquiera quincenal. Las orquídeas terrestres permiten ser sembradas en recipientes acondicionándolos con un buen drenaje de trozos de corteza de pino patula, roca cortada, carbón vegetal y tierra de capote. Como recomendación especial debemos tener en cuenta que nunca se debe sembrar en potes demasiado grandes. Para una planta adulta con alrededor de 6 seudobulbos, el pote aconsejable seria de 26 cms. De diámetro y 16 cms. de altura.

CUIDADOS Y MANTENIMIENTO


Luminosidad: Las orquídeas, en general requieren la mayor cantidad posible de luz, pero no pueden estar expuestas al sol directo so pena de sufrir graves quemaduras en las hojas. Las plantas expresan un lenguaje claro, cuando presentan hojas muy amarillas indican que están recibiendo mucha luz, si por el contrario tienen hojas demasiadamente verdes es que la luminosidad es muy escasa. Una orquídea bien cultivada, que reciba una optima cantidad de luz, tendrá en sus hojas un color verde amarillento y de consistencia dura y firme. Una concentración de pigmentos rojo y púrpura (antocianinas) en los seudobulbos y hojas es indicación de buenas condiciones de luz. La aparición de exudaciones de azúcar en los nuevos crecimientos o también en las vainas florales demuestra que la producción de azucares en la planta es normal e indirectamente señala condiciones satisfactorias del cultivo.

Agua: Para el cultivador el agua debe manejarse bajo dos aspectos: humedad y riego. Las orquídeas requieren una humedad relativa ambiental que puede fluctuar alrededor del 50%, es tan perjudicial un ambiente totalmente húmedo como uno totalmente seco. La humedad relativa del aire varia inversamente con su temperatura, es decir que si la temperatura sube, baja la humedad relativa del aire y seca las plantas al evaporarse el agua. La alta humedad es deseable, pero esta puede favorecer la condensación cuando baja la temperatura y puede producir la pudrición de las raíces de la planta. En cuanto al riego, debe realizarse solo cuando las plantas lo necesiten y no porque deba hacerse cada tantos días. Generalmente es conveniente regar las plantas toda vez que el medio de siembra este casi seco y siempre en horas de la mañana.Es importante sacar a relucir la necesaria cualidad de buen observador que debe tener un exitoso cultivador. Siempre recordemos que más plantas han muerto por exceso que por defecto.

Aire: Todas las plantas requieren del aire para su supervivencia y este debe ser libre de contaminación. El aire puro y en continuo movimiento contrarresta el calor que genera el astro solar, reduciendo la posibilidad de enfermedades fungosas o bacterianas.

FERTILIZACIÓN:

El medio de siembra utilizado generalmente inerte, el agua y el aire no pueden proporcionar los nutrientes necesarios para el buen desarrollo y mantenimiento de la planta, razón por la cual debemos proporcionarlos artificialmente.Como norma general debe utilizarse un abono foliar completo que incluya elementos menores y en lo posible que contenga queratolato que es un fijador del fertilizante en las hojas de la planta. Una dosis de 5 c.c de fertilizante por cada galón de agua cada 8 o 15 días es lo más aconsejable. Se recomienda realizar eventualmente un riego abundante con agua pura para limpiar los materos de las sales minerales que se acumulan y que pueden dañar el sistema radicular. Como norma general siempre que se abone, previamente debe mojarse las plantas.